Generalmente cuando las cosas van mal, la vida confabula para que vayan peor al menos por un tiempo. Ese debería ser el slogan para lo que nos sucede a veces en la vida real y para lo que le empieza a suceder a un padre de familia durante la explosión de la burbuja inmobiliaria en EEUU. John (Luke Wilson) empieza el día de la peor manera: lo despiden del trabajo cuando mas lo necesita ya que tiene que pagar un montón de deudas para no perder la casa en la cual vive con su esposa y dos hijos. Para colmo de males, un personaje extraño llamado Richie (Samuel L. Jackson) solicita su ayuda para arrancar el auto que se le quedó frenado en la casa y entre una cosa y otra, lo convence de salir a dar una vuelta.
Una vez que John se sube al auto, ya las cosas dejarán de ser las mismas porque empezará a luchar para no ceder a las tentaciones que provienen de este sujeto completamente irascible y que lo quiere llevar por la mala senda aprovechando que esta persona tan pacífica atraviesa un momento muy difícil.
La película es interesante ya que de a poco se nos plantean situaciones cada vez mas complicadas, desde que John no puede hacer una simple llamada telefónica hasta que es perseguido por toda la policía al ser acusado de múltiples asesinatos. Las actuaciones de Wilson y Jackson están muy bien, y son también perfectamente secundadas por las atractivas Leslie Bibb y Peyton List. Hay escenas muy incómodas, de acción y buenos diálogos, creo que la película no es la gran super producción de Hollywood pero vale la pena para ser mirada y pasar el rato. El director de esta película que dura aproximadamente 89 minutos es Chris Fisher.
Mi puntaje es un 7, les dejo el trailer e imágenes: